lunes, 16 de noviembre de 2009

Lástima... lastima...

Cómo me hubiera gustado estar a tu lado... 
Lástima... lastima...


Lástima que las horas son justas.
Lastima que la distancia separe nuestros cuerpos.
Lástima que los pensamientos hagan remolinos con los sentimientos.
Lastima que los sentimientos traigan los recuerdos de mi tiempo y mi espacio con tus labios.
Lástima que extrañe tu tierra y la fertilidad de mis miradas.
Lastima que aún tan lejos vea tus ojos y no pueda tocar tu corazón.
Lástima que los silencios no te digan cuánto te quiero.
Lastima que las palabras que digo hagan un santuario tuyo en cada verso y que me encuentre sin las estrofas de la reciprocidad.
Lástima, me pierdo, me encuentro, me perdono, me condeno, me amarro y me libero.
Lastima, mi sueño, mi voz, mi fuerza y el aliento de la esperanza me ata a lo terreno.
Lástima que todos me miren con admiración.
Lastima que te admiro, y aunque espero, desvanezco los instantes de tu seno con caricias y golpes de otros cuerpos, y por más que intento, aún estás aquí.
Lástima, lastima amarme tanto contigo cuando tus ojos miran la revolución de tu propio padecer.
Lastima, la lástima de mis ojos que no pueden llorar por no sufrir lado a lado los instantes del paseo que doy en esta vida alejada de tus pasos en el jardín de espinas que sigue el corazón.
Lástima que lastima amarte, pero lastima qué lástima me llega al no vivir mano a mano tus victorias y mis derrotas.
Tú eres mi ITZEL, siempre...
Il Tuo Zaffiro È Libertà..
Adeler Siciliano Navarra

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